Del recién finalizado XXIV Congreso Nacional de Historia, les ofrecemos algunas informaciones, que les permitan a todos acercarse a lo más trascendente de lo que allí sucedió.
Acta final del XXIV Congreso Nacional de Historia
El XXIV Congreso Nacional de Historia, convocado por la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic) con el coauspicio del Ministerio de Cultura y su red de instituciones, la Academia de la Historia, el Instituto de Historia de Cuba y la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República, y con el respaldo de las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia de Pinar del Río, sesionó durante los días 21, 22 y 23 de abril del 2022 con la presen-cia de 143 delegados e invitados y la participación de 26 estudiantes de las carreras de Licenciatura en Historia y Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Historia. El Congreso incluyó la realización de actividades de carácter cultural e histórico, entre las que sobresalieron las conferencias y paneles en centros estudiantiles y culturales, y el Encuentro con la Historia en los barrios, un fructífero, masivo y patriótico intercambio de los delegados e invitados con comunidades de la ciudad de Pinar del Río. Durante las sesiones científicas, de las 80 ponencias aprobadas por la Comisión Nacional de Admisión, se debatieron 77, que versaron sobre los temas convocados: las luchas por la independencia y liberación nacional en Cuba entre 1868 y 1958. Estudios nacionales, regionales y locales; la Revolución Cubana en el poder. Su defensa y transformaciones políticas y económicas. Procesos culturales y educacionales; las relaciones internacionales de Cuba en los siglos xix, xx y xxi. Expresiones políticas, jurídicas, ideológicas, diplomáticas, militares, económicas, sociales y culturales. Figuras trascendentes; y problemas de la teoría de la investigación y de la enseñanza de la Historia, que generaron numerosas intervenciones recogidas de forma explícita en las relatorías por comisiones. El programa científico del Congreso se desarrolló a partir de lo estipulado en el Reglamento de los Congresos Nacionales de Historia, aprobado en diciembre del 2019, y ratificó la validez de la realización de paneles especializados en correspondencia con las líneas temáticas convocadas, así como de talleres conclusivos de resúmenes a partir de los debates realizados.
Durante la presentación y debate de los resultados expuestos se produjeron más de 250 intervenciones, que propiciaron los siguientes acuerdos:
- Apoyar la propuesta acerca de la repatriación de los restos del Mayor General Manuel de Quesada y Loynaz, primer general en jefe del Ejército Libertador, realizada por historiadores cubanos con el apoyo de colegas costarricenses.
- Hacer un llamado a los historiadores cubanos acerca de la necesidad de continuar priorizando las líneas de investigación sobre la historia de las relaciones internacionales y la etapa de la Revolución en el poder, con énfasis en la lucha contra la subversión y sus expresiones en regiones y localidades, y potenciando el rol de la Unhic como nexo entre las instituciones dedicadas a estas temáticas. Y, del mismo modo, aprovechar más la fotografía para conocer la historia y hacerla más amena.
- Ratificar los argumentos de los Congresos Nacionales de Historia, organizados por la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, con respecto a los acontecimientos de 1898 y denominar el conflicto como guerra hispano-cubano-norteamericana.
- Mantener para la convocatoria del próximo Congreso el tema los Problemas teóricos y metodológicos de la investigación y la enseñanza de la Historia, prestando mayor prioridad a la teoría, metodología y escritura de la historia.
- Solicitar a la dirección de la Unhic que trasmita a la presidencia del Instituto de Historia de Cuba la inquietud sobre la necesidad de culminar y publicar los tomos pendientes de la obra de síntesis de Historia de Cuba en cinco volúmenes.
- Solicitar a la dirección de la Unhic que trasmita al Ministerio de Educación Superior la necesidad de potenciar los intercambios entre las personalidades e instituciones afines sobre las investigaciones y las experiencias en el proceso de la enseñanza de la historia.
- Solicitar a la dirección de la Unhic que se gestione con las autoridades pertinentes la desclasificación de fondos necesarios para la investigación de determinados temas de la historia nacional.
- Solicitar a la dirección de la Unhic que ponga a disposición de los medios de divulgación nacionales y provinciales los resultados científicos del sistema de eventos de la asociación, en particular las ponencias presentadas en los Congresos Nacionales de Historia, así como las publicaciones de los sellos editoriales Ediciones UNHIC y La Mezquita, a fin de garantizar su socialización.
- Proponer a la dirección de la Unhic y las editoriales de la asociación la publicación de un libro colectivo sobre los acontecimientos del 24 de febrero de 1895.
En el Encuentro Nacional de Estudiantes de Historia se debatieron tres temas centrales: la formación de historiadores y profesores de Historia; la ética, valores e ideología como fundamento del conocimiento histórico, y la presencia de los resultados de las investigaciones y del conocimiento histórico en el sistema de las instituciones y organizaciones juveniles afines del país. Se aprobó el acuerdo de solicitar a la dirección de la Unhic que para próximos eventos los estudiantes participen como ponentes y se inserten con sus trabajos en las comisiones convocadas. Los delegados e invitados al XXIV Congreso Nacional de Historia trasmiten el más cálido agradecimiento a las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia de Pinar del Río, a los colegas de la filial provincial de la Unhic, la dirección y trabajadores de la Universidad Hermanos Saiz, a quienes garantizaron el alojamiento, la transportación y cuanto tuvo que ver con el éxito del evento, por las exquisitas atenciones recibidas. Dado en la ciudad de Pinar del Río, a los 23 días de abril del 2022, “Año 64 de la Revolución”.
Declaración final del XXIV Congreso Nacional de Historia
Los delegados e invitados al XXIV Congreso Nacional de Historia, que sesionó en la ciudad de Pinar del Río, entre los días 21 y 23 de abril del 2022, dedicaron sus sesiones a la conmemoración del 61 aniversario de la Victoria de Girón y el 60 de la Crisis de Octubre, a partir de la centralidad de ambas efemérides en el devenir de la Revolución Cubana. En medio de las complejidades de un escenario internacional caracterizado por los efectos de la pandemia de la covid-19, la crisis económica derivada de esta y la confrontación de las principales potencias globales en el contexto del declive de la hegemonía norteamericana declaramos: Definimos que el estudio de la historia de Cuba constituye pieza medular de la defensa de nuestra cultura y, por ende, corresponde promoverlo en todas sus aristas y matices. Reiteramos nuestra solidaridad con las causas de los pueblos del Tercer Mundo, en especial los de América Latina, sometidos a la presión del decadente y, por ello, más agresivo imperialismo norteamericano. Rechazamos la continuidad de la política hostil estadounidense contra Cuba, en particular, la permanencia del criminal bloqueo al que por sesenta años se ha sometido a nuestro pueblo.
• Expresamos nuestra identificación con la lucha de las fuerzas progresistas a nivel mundial y, de manera destacada, con las aspiraciones de cambio e integración de la patria grande latinoamericana.
• Reafirmamos el compromiso con el proyecto socialista cubano, garantía de la independencia nacional y heredero de la luchas históricas de nuestro pueblo por la soberanía y la justicia social.
• Sostenemos, desde el apego a la verdad histórica, la necesidad de luchar contra la tergiversación de nuestra historia, proceso promovido por los enemigos de la nación cubana con el objetivo de desustanciar culturalmente a la ciudadanía, a partir de la demolición de los paradigmas que han sostenido más de un siglo de heroica lucha.
• Reconocemos el apoyo que el pueblo y las autoridades de la provincia Pinar del Río han brindado a la celebración de este Congreso Nacional de Historia en medio de las complejas circunstancias que, en el presente, afectan la cotidianidad de nuestro país.
Al calor del enriquecedor intercambio sostenido con la población pinareña y después de las jornadas de fructífero debate académico desarrolladas a lo largo de las sesiones del Congreso a partir de las ponencias presentadas y los paneles realizados, nos reafirmamos en nuestra inclaudicable voluntad de seguir aportando, desde la ciencia histórica, a la cultura nacional, perfeccionando el despliegue de la investigación, la docencia y la divulgación de la historia y contribuyendo a la preservación de la memoria histórica de nuestro pueblo. Comprendiendo el rol que desempeñamos en la gran batalla de ideas que se dirime en la hora actual, e inspirados en la práctica revolucionaria de Martí y Fidel, reiteramos nuestro compromiso con la justa causa del pueblo cubano y su inserción creadora en el permanente combate por un mundo mejor.
Elogio de Urbano Martínez Carmenate, Premio Nacional de Historia 2022
Por: Pedro Pablo Rodríguez
Mi amiga de toda la vida, la Doctora Francisca López Civeira, Paquita, ha accedido a leer estas palabras, lo cual le agradezco, porque un tratamiento de fisiatría me impide abandonar La Habana. Desde la distancia, pues, entrego estas reflexiones apresuradas y sinceras de las razones que me asisten para disfrutar este acto de premiación. Lo primero por decir es que está muy bien que sea un historiador no habanero ni radicado en la capital el premiado. No es este el primer caso, lo sabe bien la comunidad de historiadores. Ello no es resultado de un espíritu de favorecer a investigadores de cualquier lugar del país, sino hermosa consecuencia de la Revolución Cubana que ha abierto la posibilidad de la formación de historiadores y del ejercicio de esta disciplina a todo lo largo y ancho del país. Es cierto que la historiografía cubana a partir del siglo xix conoció un desarrollo importante a escala latinoamericana, a pesar de las limitaciones que imponía el sistema colonial. Recordemos que tal situación imponía en todos los niveles de la enseñanza el estudio de la historia de España, y la de Cuba se introdujo en los currículos con la república. Sin embargo, la intelectualidad cubana del siglo xix se empeñó en explicar la evolución histórica del país y de muchos de sus lugares y periodos. Fue aquella, sin dudas, una manea más de ir creando una conciencia nacional. Por eso, hubo más de un notable historiador escribiendo desde el “interior”, como se decía antes, y muchos de aquellos investigadores que manejaban lenguas extranjeras se mantenían al tanto de los avances metodológicos y analíticos de la historiografía de esos tiempos. Hay que reconocer que, a pesar de todos los pesares que imponían las relaciones neocoloniales con Estados Unidos, la producción historiográfica no solo creció numéricamente durante el siglo xx, sino que aportó investigaciones del más lato vuelo y nombres de autores que fueron reconocidos más allá de nuestras costas. Una pléyade de acuciosos investigadores se sintió estimulada, a todas luces, por el espíritu patriótico que animó siempre a amplios sectores sociales de nuestra vida nacional y, por más que muchas personas fueran iletradas, era muy frecuente el interés por saber de nuestra historia, particularmente de la epopeya de los combates por la independencia. Los cubanos de hoy mantienen ese sano orgullo y soy de los que estima que ha aumentado el interés por la historia nacional, al igual que por muchas facetas de la historia universal. Ello, es obvio, ha impulsado el crecimiento de los dedicados a la historia por la geografía cubana.Nuestro premiado es un excelente ejemplo de la dedicación a la historia que pudiera considerarse local, desde la cual ha contribuido decisivamente a entender mejor los procesos de la nación. Dos factores, a mi juicio, caracterizan la amplia y variada obra de Urbano Martínez Carmenate. Uno es que su dedicación siempre se ha movido en la historia matancera. El otro es que su atención no ha sido localista, sino que ha conectadolos temas matanceros con los grandes temas de los procesos nacionales, a los cuales aquellos han contribuido Ha sido siempre la suya una óptica al país desde Matanzas. Hay, además, un tercer elemento en toda su obra, que es la relación entre las diversas instancias de la sociedad, porque —y no tan en el fondo— Martínez Carmenate tiene una concepción muy certera, a mi ver, de la cultura, no solamente como lo aspectos artísticos y literarios, sino como el espíritu, el alma, la conciencia de la nación. Por eso, este historiador se mueve por igual por temas de patrimonio y conservación, que por asuntos económicos, políticos y de la vida social. Y lo mejor de todo eso es que lo hace muy bien; aunque se mueva en diversos géneros historiográficos que van desde el ensayo hasta la biografía, pasando hasta por diversos estudios de caso.
Ya que hablo de esa variedad de nuestro autor, quiero comentar sus biografías, quizás sus libros más leídos. Son cuatro, acerca de cuatro matanceros: tres hombres del siglo xix y una mujer del xx. Ellos: Milanés, Del Monte y Byrne; ella: Carilda Oliver Labra. Son cuatro escritores, prueba del interés de nuestro premiado por el mundo de las letras; pero todos son personalidades marcadas por su aporte a la definición de lo cubano, al alma nacional. Quizás el más complejo personaje sea Del Monte, hombre de negocios y, a la vez, animador cultural. Pero los cuatro con un concepto de cubanía propio.
La biografía ha sido un género, lamentablemente, poco trabajado por los historiadores cubanos, incluso a menudo hasta las de personalidades decisivas de la historia nacional. Si narrar la vida de alguien exige indudablemente una muy buena expresión literaria, la pericia de un historiador en la búsqueda y manejo crítico de las fuentes y en el análisis de los hechos del biografiado, en relación con las condiciones históricas en que este vivió es necesidad imprescindible. Y Martínez Carmenate sabe deleitarnos con lo narrativo y explicarnos cabalmente los asuntos y las razones que movieron a sus biografiados.
El otro ángulo de sus escritos son los temas matanceros, presentados por él en su currículo como ensayos en más de un caso. No le discuto tal clasificación; pero sí quiero advertir que tales estudios no aflojan en su rigor investigativo.
Y, finalmente, no puedo dejar de recordar algunos datos que muestran la impresionante hoja de servicios en la investigación por parte de nuestro premiado. Veinticuatro obras publicadas, su presencia en siete libros colectivos y trece libros inéditos dan una idea de cuánto trabaja este hombre, de la búsqueda, del estudio, del examen, de su dedicación. Ha recibido numerosos premios en su provincia y en el país e imparte clases en la Universidad de Matanzas.
La historiografía cubana puede sentirse orgullosa de este historiador incansable. Por eso el jurado de este premio adoptó su decisión por unanimidad. Disfruta este merecido reconocimiento, querido colega, querido Urbano, querido amigo.
- CONCURSO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN HISTÓRICA / 2022 - 20 de junio de 2022
- V CONFERENCIA INTERNACIONAL “POR EL EQUILIBRO DEL MUNDO” - 20 de junio de 2022
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